El viaje llegaba a su fin, y además el vuelo salía
por la mañana, despertamos sobre las 6’15 y acabamos de cerrar la maleta.
Bajamos a las 7 a desayunar, muy puntuales justo
cuando comenzaba, además a esas horas no había nadie, así que desayunamos en un
momento y subimos a por las maletas.
Como ya habíamos hecho el check-out anoche, dejamos
la llave y puntual a las 7’30 allí estaba en taxi, tardamos unos 15 minutos, y
nos costó 18 €.
El aeropuerto no sabría decir porque, pero tiene
una configuración algo extraña. Facturamos y al control, a nosotros nos tocó
abrir la maleta de mano, las culpables resultaron ser las jarras que habíamos
comprado, que no tenían muy claro que eran en el escáner y nos hicieron abrirla;
aunque por lo visto o pitabas en el arco de seguridad o pitaba tu maleta, a
todo el mundo le pasaba algo.
Dimos un paseo y esperamos que se hiciera la hora
del embarque, que por cierto la zona de la puerta donde nos tocaba nuestro
vuelo, estaba muy pegada a la zona de control de seguridad, y habían muy pocos
asientos.
El embarque se retrasó un poco, y en vez de salir a las
9’30 que era su hora, acabamos saliendo con unos 15 minutos de retraso, y
llegando a Valencia con 10 minutos de retraso de su hora que era las 11’30.
Recogimos la maleta que salió muy rápida y a por el
coche, que cuando llegamos nos estaban esperando, muy correcto.
Me ha gustado mucho esta pequeña escapada. Hace muchísimos años estuvimos en Bolonia y, la verdad, no tengo demasiado buen recuerdo. Me has animado, tendremos que volver y redescubrirla. Tomarnos esos "aperitivi" y disfrutarla.
ResponderEliminarLas fotos te han salido muy, muy bonitas. y, como siempre, un diez por el relato.
Besitos!
Espero que te animes pronto para hacer otra escapada y que cambien tus recuerdos.
ResponderEliminarMuchas gracias por leerme.
Besos. Cati.