Este día no teníamos prisa y nos lo tomamos con
calma, ya que nuestro único objetivo era hacer la ruta que marca la Oficina de
Turismo y que pasa por los principales monumentos de la ciudad. Así que tras el
desayuno, comenzamos nuestra ruta a las 10 de la mañana.
Entramos un momento en la CATTEDRALE METROPOLITANA DI SAN PIETRO que la teníamos al lado.
Luego a la PIAZZA MAGGIORE, que aunque ya la habíamos visto ayer por la tarde, como la ruta comenzaba allí, volvimos y la vimos con otra luz. Lo que hace bonita a esta plaza, son los edificios que la rodean, como el Palazzo dei Banchi, la Basilica di San Petronio, el Palazzo dei Notai, el Palazzo d'Accursio y el Palazzo Re Enzo, que es donde se encuentra la Oficina de Turismo.
Entramos a la Basilica di San Petronio, y continuamos
hasta el Palazzo dell’Archiginnasio
cuya visita es gratuita. Horario de lunes a viernes: 9 a 18’45. Horario sábado:
9 a 13’45. Parece ser que hay una Biblioteca muy bonita, pero no es visitable,
sólo lo es para los que tienen carnet de acceso.
Aquí se puede visitar el Teatro Anatómico del siglo XVII, que como su nombre indica era un
sala para el estudio de la anatomía que es como un pequeño teatro, todo en
madera. Horario de lunes a viernes: 10 a 17. Horario sábado: 10 a 14. Precio 3
€.
Seguimos hasta la BASILICA DI SAN DOMENICO, muy bonita por dentro, como todas. La
visita a las iglesias es gratuita, lo que hay que tener en cuenta es que la
mayoría cierran a mediodía, desde las 12 hasta las 3 más o menos.
Camino al siguiente destino pasamos por la Via Luigi Carlo Farini y otras
cercanas, en las que hay unos soportales muy bonitos.
Continuamos hasta PIAZZA SANTO STEFANO que es muy bonita, con su Basilica al fondo.
Luego Corte
Isolani que es como un pasadizo que conecta la Piazza Santo Stefano con
Strada Maggiore, por pasillos y patios entre los bajos de las casas.
Pasamos por delante de Le Due Torri y llegamos por
la bonita Via Zamboni, hasta la Zona Universitaria,
que a aquellas horas estaba muy animada.
La ruta más o menos la habíamos terminado,
porque el final era la Finestrella di via Piella que ya vimos ayer, y la Via
dell’Indipendenza por la que pasamos de continuo; de hecho la Oficina de
Turismo bautiza a esta ruta como “tres horas en el corazón de la ciudad”, así
que larga no es.
Empezamos a tener hambre, y pusimos rumbo a la zona
donde ayer tomamos nuestros últimos “spritzs” ya que enfrente había uno que no nos
parecía mal.
El restaurante PIZZ@S
está en el sótano, y a aquellas horas no había mucha gente, pero se acabó
llenando, la mayoría debían ser locales porque todos hablaban con la encargada.
Nos pedimos una “bruschetta” de entrante que estaba muy buena, y luego uno de “tagliatelle”
a la boloñesa y otro de lasaña a la boloñesa, con unas cervecitas. La comida
nos gustó, algo cara, pero la atención fue bastante buena y el local bastante
bien. Los platos estaban bien de precio, pero lo que hizo que subiera fueron las bebidas, vale que que las cervezas costaran 5 € cada una, pero que el agua vaga 4 € ya es pasarse un poco; y además
también se paga la tasa de “cubierto” a 2’50 € cada uno. En total nos costó 49
€, bien pero algo caro para lo que comimos.
Tras la comida nos acercamos a la BASILICA DI SAN FRANCESCO, que queda
fuera de la ruta que habíamos hecho por la mañana. Esta iglesia es de las que
cierra a mediodía, y supuestamente abría a las 3, pero tras esperar 10 minutos
y no abrir las puertas nos fuimos.
Y no nos pudimos resistir, volvimos al hotel a
echarnos una siesta. Tras un rato de descanso, y un poco de internet en la
habitación, salimos a tomarnos el “aperitivi”.
Comenzamos por la Zona Universitaria, en LA SCUDERIA en Piazza Verdi, allí el
“spritz” valía 4 €, lo que lo acompañaba era un sándwich cortado en trocitos; el
local es enorme y tienes que ir tu a la barra a pedirlo y traértelo a la mesa.
Por aquella zona esta lleno de bares que anuncian
lo del aperitivo, y dimos una vuelta para ver cual elegíamos. Nos decidimos por
uno tipo pub, llamado DOC en Via
Zamboni, ya que los aperitivos se veían desde la cristalera de la calle y tenían
buena pinta. Aquí el “spritz” valía 6 € (y hay que añadirle 0’50 € por el
servicio de mesa). En muchos sitios (entre ellos este) esto del aperitivo
funciona como un buffet, tu te levantas y te pones lo que quieras. Nosotros nos
pusimos dos platitos, este buffet era de cosas sencillas, pero estaba muy bueno.
Decimos pasear un poco y acercarnos a la zona de
Piazza Maggiore, vimos un sitio que estaba abarrotado de gente, así que
decidimos entrar y sumarnos con los boloñeses. En ZEROCINQUANTINO que está en Via Pescherie Vecchie, no había
“spritz”, la gente sólo bebía vino o cerveza, así que nos pedimos unas cervezas
artesanales, una rubia y una tostada, que valían 4 € cada una. Este lugar funcionaba
diferente, ya que la bebida no incluía el aperitivo; pero aquí todo el mundo se
pedía lo mismo, un plato que era una especie de embutido acompañado de panes, así
que no quisimos ser diferentes; el plato valía 10 € y estaba bueniiisimo, pero ya casi no nos cabía,
aunque hicimos un esfuerzo.
Tras estos aperitivos, ya no teníamos hambre para cenar,
así que paseando tranquilamente volvimos al hotel.
Las fotos son muy, muy bonitas. Hace años que no hemos estado en Bolonia y casi que me entran ganas de volver.
ResponderEliminarJopeta!! como os cuidais con los "aperitivi".
Bolonia esta muy bien, sin ser una de las "grandes" merece una visita; y lo de los "aperitivi" lo disfrutamos mucho.
ResponderEliminarSaludos. Cati.