Pusimos el despertador algo más pronto que días
anteriores, ya que hoy teníamos que coger un tren hasta Ferrara.
Ferrara fue un importante centro medieval y una de
las cortes más suntuosas del Renacimiento, su casco histórico forma parte del
Patrimonio de la Humanidad desde 1995.
Tras el desayuno, pusimos rumbo a la estación de
trenes que la teníamos a unos 10 minutos andando desde el hotel.
La frecuencia de los trenes entre Bolonia y Ferrara
es de 2 o 3 cada hora, pero interesa coger el Regionale Veloce que tarda 30 minutos escasos en hacer el recorrido,
mientras que el Regionale tarda unos
50 minutos; pero hay que mirar bien los horarios porque del Regional Veloce solo hay uno cada hora.
Sacamos los billetes (4’50 € cada trayecto), los validamos en las maquinas
amarillas y al llegar al anden, como Bolonia era estación de inicio de línea, ya
estaba allí el tren, así que subimos, y puntual a las 9’20 como nos habíamos
propuesto salíamos rumbo a Ferrara. El viaje fueron 25 minutos.
Al salir de la estación, puedes coger cualquiera de
las calles que hay enfrente, por todas ellas llegas al centro.
Cruzando el patio del PALAZZO MUNICIPALE.
Y lo primero que te encuentras de frente es la CATTEDRALE; y también que era día de
mercadito. Horario: 7’30 a 18’30, cierra a mediodía.
Luego continuamos hacía el principal monumento de la
ciudad que está muy cerquita, el CASTELLO ESTENDE, rodeado por un foso, al que se llega por tres puertas con puentes
levadizos. Allí mismo se encuentra la Oficina de Turismo, recogimos un mapa y
un folleto de Ferrara y la zona (en español), que estaba muy bien; a
continuación entramos en el castillo. Horario: 9’30 a 17’30. Precio: 6 €. Nos
vino muy bien el folleto que nos dieron en turismo, para ir entendiendo mejor
las salas por las que íbamos pasando.
Después fuimos a otro de los lugares interesantes de
Ferrara, la VIA DELLE VOLTE, antiguamente
en la época medieval, se llevaba aquí gran parte de la actividad comercial. A
nosotros nos gustó bastante.
Y ya nos pusimos a buscar un sitio para comer, y para
no poder la costumbre, buscamos uno de pizza
al taglio; comimos los dos por 12’50 €.
Volvimos hacia la CATTEDRALE aprovechando que ya casi no quedaban puestos en el
mercadito, hicimos alguna foto más.
También pasamos por los alrededores del CASTELLO ESTENDE y no nos pudimos
resistir a comprar unos chocolates, de uno de los muchos puestos de la Feria
del Chocolate Artesanal, que había por allí.
Tras la comida como ya habíamos visto lo principal de la ciudad, volvimos paseando tranquilamente a la estación a coger el tren.
Compramos los billetes, los validamos y al andén a esperarlo. Cogimos el de las 3’10 que como al venir, era un Regional Veloce.
La visita a Ferrara fue cortita, pero con la
Cattedral, el Castello Estende, la Via delle Volte, y callejear un poco, es
suficiente para tener una idea de la misma. Una de las cosas que más nos ha
sorprendido es que todo el mundo va con bici.
Llegamos a Bolonia y la estación a aquellas horas
de la tarde estaba llena de gente por todas partes, la mayoría tenían pinta de
ser estudiantes que se iban hacia sus casas.
Volvimos al hotel por calles diferente, y nos
quedamos un ratillo, hasta que se hicieron más o menos las 7, y salimos a por
nuestro “aperitivi”.
Hoy cambiamos de sitio, el CAFFE ZAMBONI en Via Zamboni, lo elegimos porque estos
días anteriores pasando por delante se veía el buffet, pero este no era ya de
tapitas, prácticamente era un buffet normal, bestial; los “spritzs” fueron 8 € cada
uno; y de aquí ya salimos cenados.
Nos apetecía otro “spritz”, pero sin tener que
comer más, y recordamos uno que esta cerca del Zerocinquantino, en el que
estaban todos de pie en la calle. Así que allí que nos fuimos, el lugar en
cuestión se llama BARASTRO y esta en
la estrechita Vicolo Ranocch. Tanto el bar como la barra eran minúsculos, aquí el
“spritz” valía 3 € y no le acompañaba nada de comida. Así nos despedimos de
Bolonia tomando un “spritz” en calle como los boloñeses, en una noche estupenda,
en la que además no hacía nada de frío.
Volvimos paseando al hotel, al pasar por recepción
les preguntamos si podíamos hacer ya el check-out, por si por la mañana había
algún problema, ya que tendríamos algo de prisa, y nos dijeron que no había
problema; así que hicimos el check-out en un momento.
También preguntamos por el precio aproximado de un
taxi al aeropuerto y nos dijeron que unos 15-20 €, así que pedimos que nos
reservaran uno. Acordamos a las 7’30 porque así podríamos desayunar algo, ya
que comenzaba a las 7 de la mañana.
Nos decidimos por el taxi, porque no va gran
diferencia con el autobús, ya que dos billetes te salen por 12 €, pero también
porque el fin de semana hace un recorrido diferente y nos hubiera tocado ir a
Estación de Trenes, que con maletas serían unos 15 minutos; así que como la
diferencia no era mucha decidimos coger un taxi.
Luego ya nos subimos a la habitación, y preparamos
la maleta, en un momento.
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